La ausencia de braguitas
altera mi disciplina nocturna,
mis manos extrañan tocaditas
que solo aplaca la luz diurna.
Y si tengo dos naipes de diamantes
que sirven para alquilar un par de amantes,
si el all in sopla a mi favor
es noche que se compra el amor.
De vida vacía y triste,
al ludópata de pajas lo señalan,
en su cuerpo la droga existe,
y entre Kundera y Borges se lo inhalan.
El peor de los coetáneos poetas,
muere por estar enamorado
de una de las tantas Julietas,
que los Romeos han abandonado.
miércoles, 17 de marzo de 2010
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